Referencias


 Bibliografía - Algunas referencias

José Kozer


Quiero recordar que el ínsulas de San Juan de la Cruz significó en el sentido etimológico (original) la "casa ofrecida en alquiler". No es desacertado pensar que dicho sentido operara, al menos inconscientemente, en San Juan ya que para él, mundo y poesía no eran sino momentánea prestación, lugar alquilado, efímero.

Igual, Héctor Rosales, nos dice: -"Me llaman Héctor / estás en tu casa", mas, casa alquilada, descentrada, la del mundo. ¿Cómo centrarla? ¿Cómo intentar un acceso a la substancia, a lo permanente, al origen? O dicho de otro modo, ¿qué brecha o camino abrir hacia la espiritualidad? Rosales responde: la poesía. Este camino, la casa de la poesía, manifestación visible de lo invisible (lenguaje); este acercamiento, cerco impuesto mediante el lenguaje poético, asedio a lo inaccesible, a lo íntimo y último, son la clave que guía a la dicha o don de ulterioridad. (...)

Uno de los poemas del libro de Rosales trabaja la piedra, la escultura sobre mármol, la labor del lapidario: esa realidad (tumba) desastrosa, nada dichosa, es parte de la visión de Rosales; visión para la que se apresta, desde la dicha y el dolor creadores, desde una perspectiva viva, corrosiva, irónica, lúdica, certera, veraz, que vislumbra todo lo que hacemos antes del gran salto, antes de caer en manos del lapidario; quehacer, visto por Rosales como especie de pausa, antes de ir al más allá: "en la segunda puerta de casa / de brazos cruzados y de pie esperando / la muerte".

La muerte y para ella, dos casas, dos puertas si se quiere. Una, visible, palpable aunque tangencial en la que nos ubicamos todos y otra, visionaria, extraña, puente a lo ulterior, en la que se sitúa el poeta, agazapado, dispuesto al encuentro. Esta es la casa de Héctor Rosales, este joven poeta uruguayo cuyos versos escuetos, descarnados predisponen a la aventura espiritual.


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